El funcionamiento del sistema de transmisión por diferenciales, consiste en independizar el giro de las ruedas, ya que la situada en el interior de la curva, tiene que recorrer menos distancia que la exterior, y, por consiguiente, ésta "derrapa". El piñón del motor ataca a la carcasa exterior, dentro encontramos las diferentes piezas que hacen que el diferencial actúe correctamente, los planetarios (corona que va en los semiejes) y los satélites (dos piñones troncocónicos que son arrastrados por los planetarios). Con todo esto se consigue que cuando una rueda gira más que la otra, el diferencial transmite la diferencia entre lo que debería girar la rueda y lo que gira, así que cada una tiene una velocidad de giro diferente, pero la suma de las velocidades de las ruedas es siempre constante.
La temporada de 1974 comenzó lastrada por la mala situación político económica derivada de la crisis del petróleo de finales de 1973. El impacto de esta crisis mundial afectó especialmente a las pruebas que se desarrollaban en el primer tercio de la temporada, pasado el verano la situación se restableció y comenzó a ser un poco más normal.
La crisis tubo efectos inmediatos y a más largo plazo sobre el automovilismo deportivo, dentro de los primeros destacaron las cancelaciones de las dos primeras pruebas grandes, las 24 H de Daytona y las 12 H de Sebring, otras pruebas de 1000 km se recortaron a 750 como fueron Nürburgring y Paul Ricard, y las 9 H de Kyalami redujeron su duración hasta las 6 horas.
Pero más importante que lo anterior fue la competencia que se estableció en relación al impacto entre el público que tenían las diferentes competiciones, donde la Resistencia, con escaso interés televisivo, salió perdiendo en términos de patrocinio, marcas y equipos involucrados. Dominio total de Matra. Después del duelo Ferrari-Matra del año anterior, que se decantó por el lado francés, la marca italiana dejó de interesarse por este tipo de competiciones por lo que la temporada de 1974 se convirtió en un monólogo de Matra, con una escasa oposición de Alfa Romeo, a pesar del esfuerzo que realizó con sus 33TT12. Otro de los contendientes de ese año volvió a ser el equipo Gulf Research Racing que ya apenas contaba con la supervisión del gran John Wyer. Después del duelo Ferrari-Matra del año anterior, que se decantó por el lado francés, la marca italiana dejó de interesarse por este tipo de competiciones por lo que la temporada de 1974 se convirtió en un monólogo de Matra, con una escasa oposición de Alfa Romeo, a pesar del esfuerzo que realizó con sus 33TT12. Otro de los contendientes de ese año volvió a ser el equipo Gulf Research Racing que ya apenas contaba con la supervisión del gran John Wyer. El año del Titanio
Para 1974 GSR decidió renombrar sus modelos que dejaron de llamarse Mirage para tomar el nombre de la petrolífera Gulf. Así el protagonista de la prueba tomó el nombre GULF GR7 (GR de Gulf Research). Sin embargo el modelo en si no dejaba de ser una evolución del Mirage M6 de 1972-73. El mayor esfuerzo técnico se centró en rebajar el peso, llegando los técnicos a denominar a 1974 como “Year of Titanium” por la extensa utilización de ese material en el intento desesperado de reducir el lastre. A pesar del esfuerzo realizado el coche tenía varios límites, como las tremendas vibraciones que transmitía su motor DFV que obligaba a reforzar múltiples elementos del chasis. Por eso, al llegar a la báscula de Le Mans el Mirage más ligero de la historia era 45Kg más pesado que los Matra de ese mismo año, lo cual es mucho para un coche de sólo 750Kg.
Como ya he escrito, los chasis eran los M6 de la temporada anterior renumerados para 1974 y pronto empezaron las pruebas para la temporada. En las simulaciones de 24 H los resultados fueron esperanzadores, al menos para considerar el poder terminar la carrera.
La primera prueba del año se retrasó hasta finales de abril, comenzando la temporada en Monza, donde Alfa consiguió un espléndido tripleta, siendo el 4º puesto para el único GR7 (Bell y Hailwood), bastante lastrado por problemas mecánicos y alguna salida. Al menos se llevaron el consuelo de la vuelta rápida.
La siguiente carrera era la preferida del equipo, pero esta vez su gran valuarte en temporadas anteriores, Jacky Ickx, estaba en el bando francés. Alfa no presentó coches, dejando el duelo entre Gulf y Matra. La victoria se les escapó por una temprana avería derivada de un error de mantenimiento. El sobre esfuerzo para recuperar el tiempo perdido ocasionó varios trompos lo que les volvía a relegar. A pesar de todo terminaron la carrera en la misma vuelta que el Matra de Ickx. Sin duda habían dejado escapar la victoria.
Alfa volvió para la tercera prueba, Nürburgring, a la que GSR presentó dos coches, que de nuevo lastrados por las averías y los accidentes sumaron un cuarto puesto y un abandono. Nueva victoria para el gran dominador, Matra.
Y llegamos a Le Mans, sin pasar por los novedosos 1000 Km de Imola. Para tan especial ocasión se prepararon dos coches, que comenzaron bien, intercalándose entre los Matra en la parrilla de salida con un tiempo que mejoraba 5,6” el tiempo del M6 de 1973. Una junta homocinética dejó abandonado uno de los GR7 después de sólo 3 h y 45’. La avería se reprodujo en el otro coche, pero un afortunado D. Bell consiguió llegar a boxes, donde fue reparado de forma provisional en 45’, obligando a reengrasar la dirección en cada parada a partir de entonces, alargando el tiempo perdido fuera de pista. Otros muchos incidentes mecánicos les descartaron para la victoria inexorablemente, pero finalmente alcanzaron la 4ª posición siendo el primer coche de la historia que conseguía terminar en los puntos con un motor Cosworth DFV. Pesacarolo y Larrouse se llevaron la victoria con su Matra, secundados por un Porsche RSR y un segundo Matra.
El resto de la temporada siguió en los mismos términos, con la marca francesa dominado y los GR7 sumando terceros puestos en Paul Ricard, Brands Hatch y Kyalami y un cuarto en Zelweg. Finalemente Gulf Research Racing quedó segunda en el Campeonato del Mundo de Marcas de 1974, una pequeña recompensa y consolación para el tiempo y el esfuerzo invertidos durante la temporada
- Raicing in the Rain, John Horsman, Ed. David Bull
- Time and Two Seats, János L. Wimpffen.
Adeu y gassss
PD: Quiero agradecer al compañero joeslot la cesión de ésta preciosiad de coche para realizar el artículo. Gracias Compañero!!
PD2:Quiero agradecer al compañero LEO la aportación histórica del coche, Gracias!!!