Recordemos que, la mercedes de Moss está equipada con el nuevo material equilibrado de Mitoos, con las llantas de aluminio, ejes, corona... en definitiva, un coche preparado para competir. El rival, nada más y nada menos que K. Kling con una W196 preparada con el material de serie, pero muy afinadito.
Lo primero que hay que mirar es la diferencia de peso entre los dos púgiles. Kling, con las llantas de plástico, al igual que la corona, se queda en un peso muy ligero de 47.2 grms.
Por contra, el material calibrado de Moss hace que su coche sobrepase de largo la barrera de lo 50 grms y llegue hasta los 55.0 grms.
La diferencia es notable, nada más y nada menos que 6.8 grms.
La primera toma de contacto con los dos coches se realizó de la siguiente manera. Comienzo a rodar con la mercedes de Kling para afinar el coche y coger un buen ritmo (que es de lo que se trata). Después de unas vueltas, marca una mejor vuelta en la pista de G.a.s.S. de 16.66 seg. Pero el ritmo del coche se acerca más a los 17 seg. Sin duda alguna, la conducción con el material de serie es muy crítica. El poco peso del coche lo hace acelerar notablemente, pero precisamente pecará en lo más importante, en el paso por curva y el los cambios de pista bruscos. El morro es inseguro si entras algo fuerte, la falta de peso delante hace que se marque rectos con facilidad, teniendo que entrar en la curva con el coche muy frenado.
En el caso de entrar colado, no perdona nada en absoluto, rara vez derrapa y lo normal es que levante la pata.
Después de unas 60 vueltas, cambio de montura. Le toca el turno a la mercedes de Moss. Solo abrir gas, ya se nota que la aceleración del coche ha disminuido notablemente. Cambio la curva del mando por otra más fuerte y la cosa mejora, pero no lo suficiente. El coche es dócil, acelera con suavidad y entra bien en las curvas, pero el tiempo que marca por vuelta es muy superior a la mercedes de kling, nada más y nada menos que 1.5 seg. más lento. Una verdadera eternidad!!!
Después de la tanda de 60 vueltas aproximadamente con la mercedes de Moss, empiezo a plantearme una serie de dudas. ¿Será el peso extra el culpable de la escasa competitividad del coche? ¿El motor nota en exceso el peso extra de 7 gramos de un coche respecto al otro? ¿será este material calibrado menos efectivo?
La solución que queda no es otra que cambiar el motor de un coche por el del otro. De esta manera, los dos coches habrán corrido en igualdad de condiciones, con el mismo motor y en el mismo carril, el #6 de G.a.s.S.
Una vez efectuado el cambio de motor, vuelvo a rodar para coger ritmo. Las sensaciones han cambiado de un motor a otro, ahora el coche acelera mejor, pero sigue sin acelerar como cuando el motor lo montaba la W196 de Kling. Sin duda alguna, el peso extra afecta sensiblemente el comportamiento, haciendo que acelere más lentamente, de forma más progresiva.Hay que recalcar, que el peso extra está situado en la parte baja del coche. Al estar centrado en las llantas y ejes, el coche pasa con mucho más aplomo por las curvas rápidas, los cambios de sentido bruscos los pasa mejor gracias al peso adicional del morro y si se entra colado en la curva, al tener el centro de gravedad más bajo, conseguimos que el coche culee en vez de levantar la pata como pasaba anteriormente.
La vuelta rápida conseguida es de 16.74, se acerca mucho a la de Kling. La diferencia está en el ritmo, a pesar de ser muy similar, la W196 de Moss es un pelín más lenta (entre 1 y 2 décimas) poca cosa, pero lo que es verdaderamente importante es la seguridad que se gana con el material calibrado. Mientras que con el de serie la conducción es un pelín estresante, con el material calibrado se hace una conducción más noble, segura y por consiguiente más divertida. La diferencia de salidas es notable.
Cada uno puede sacar su propia conclusión con los resultados expuestos, la mía es clara: material calibrado.
Cuando tienes que hacer una carrera, que el coche sea seguro es importantísimo. Como decía el anuncio de Pirelli... la potencia sin control..... es aplicable a estas dos preparaciones.
Kling es capaz de hacer una vuelta rápida mejor que Moss, pero debe ser una vuelta 'perfecta', sin fallos. Al más mínimo error, el coche se sale recto o levanta la pata. Mientras que Moss puede rodar con un ritmo alto mucho más seguro, sabedor de que un pequeño error no conlleva una salida de pista, sino un pequeño derrape. Así pues, la confianza que da la seguridad del morro de Moss se traduce en una conducción, a la larga, más rápida en carrera.
Adeu y gasssssssssssss
