A las 6:58 de la mañana del 30 de abril de 1955, tomaba la salida el protagonista de hoy, el Mercedes 300 SLR Mille Miglia pilotado por el gran Fangio.
Pero todo empezó en 1954 en las instalaciones de Mercedes en Alemania bajo las órdenes de Rudof Uhenhaud. Después de debatir largo y tendido sobre que modelo partir, se tomó como base del 300 SLR el W196.
El motor delantero fue colocado en posición longitudinal, con 8 cilindros (dos bloques de 4 pegados) que daban una cilindrada de 2982 cm3, a pesar de las grandes prestaciones que ofrecía, el motor del 300 SLR fue potenciado, el bloque seguía siendo de acero, la alimentación atmosférica y la potencia que se calculó que daba era de 300 C.V a 7450 r.p.m.
Pero donde más se trabajó y los ingenieros alemanes supieron sacar provecho, fue en el chasis. Este era tubular con una aleación de magnesio, la suspensión tanto delantera como trasera eran independientes y frenos de tambor en las 4 ruedas. Con todo esto se consiguió dejar el coche en unos 810 kg. para alcanzar una velocidad punta cercana a los 290 km./h.
Pero el Mercedes SLR no solo estaba pensado para la Mille Miglia, estaba concebido para participar en todas las competiciones de la época como la Panamericana, Le Mans, Targa Florio.....
Para ello, los ingenieros alemanes elaboraron un cockpit el cual podía permitir colocar un copiloto con un cristal delantero más amplio. Mientras que en cockpit para un solo piloto a parte de tapar el asiento, habían cambiado el cristal delantero, colocando un derivabrisas más pequeño y aerodinámico, como el que utilizó el ‘Gaucho’. Se fabricaron un total de 10 máquinas.
Había nacido la máquina perfecta....
Ganaba allá donde se presentaba, pero tambien habría que recordar que los pilotos que podían llevar ésta máquina no eran unos cualquiera, estamos hablando de pilotos como Juan Manuel Fangio y Stirling Moss.
La 300 SLR empezaba a sumar victorias, Alemania, Irlanda, Suecia, la Targa Florio... No había rival para la 300 SLR....
Pero con la manifiesta superioridad mostrada, ¿Quien podría batir a la SLR?..... ¿Y por que no siguió la hegemonía de la 300 SLR durante más tiempo?...
La respuesta la encontramos en la edición de las 24 Horas de Le Mans de 1955, cuando un desafortunado accidente de Perre Leveqh sesgó la vida de 82 aficionados presentes en la mítica prueba (espero que mi buen amigo Demo pueda compartir, escrito de su puño y letra, la descripción del accidente, una verdadera clase de historia automovilística que no se imparte en la universidad) echo que conmovió al ‘jefe’ Alfred Neubauer y lo forzó a retirar las máquinas restantes....
........ya nunca más volvieron a competir.........
Pero todo empezó en 1954 en las instalaciones de Mercedes en Alemania bajo las órdenes de Rudof Uhenhaud. Después de debatir largo y tendido sobre que modelo partir, se tomó como base del 300 SLR el W196.
El motor delantero fue colocado en posición longitudinal, con 8 cilindros (dos bloques de 4 pegados) que daban una cilindrada de 2982 cm3, a pesar de las grandes prestaciones que ofrecía, el motor del 300 SLR fue potenciado, el bloque seguía siendo de acero, la alimentación atmosférica y la potencia que se calculó que daba era de 300 C.V a 7450 r.p.m.
Pero donde más se trabajó y los ingenieros alemanes supieron sacar provecho, fue en el chasis. Este era tubular con una aleación de magnesio, la suspensión tanto delantera como trasera eran independientes y frenos de tambor en las 4 ruedas. Con todo esto se consiguió dejar el coche en unos 810 kg. para alcanzar una velocidad punta cercana a los 290 km./h.
Pero el Mercedes SLR no solo estaba pensado para la Mille Miglia, estaba concebido para participar en todas las competiciones de la época como la Panamericana, Le Mans, Targa Florio.....
Para ello, los ingenieros alemanes elaboraron un cockpit el cual podía permitir colocar un copiloto con un cristal delantero más amplio. Mientras que en cockpit para un solo piloto a parte de tapar el asiento, habían cambiado el cristal delantero, colocando un derivabrisas más pequeño y aerodinámico, como el que utilizó el ‘Gaucho’. Se fabricaron un total de 10 máquinas.
Había nacido la máquina perfecta....
Ganaba allá donde se presentaba, pero tambien habría que recordar que los pilotos que podían llevar ésta máquina no eran unos cualquiera, estamos hablando de pilotos como Juan Manuel Fangio y Stirling Moss.
La 300 SLR empezaba a sumar victorias, Alemania, Irlanda, Suecia, la Targa Florio... No había rival para la 300 SLR....
Pero con la manifiesta superioridad mostrada, ¿Quien podría batir a la SLR?..... ¿Y por que no siguió la hegemonía de la 300 SLR durante más tiempo?...
La respuesta la encontramos en la edición de las 24 Horas de Le Mans de 1955, cuando un desafortunado accidente de Perre Leveqh sesgó la vida de 82 aficionados presentes en la mítica prueba (espero que mi buen amigo Demo pueda compartir, escrito de su puño y letra, la descripción del accidente, una verdadera clase de historia automovilística que no se imparte en la universidad) echo que conmovió al ‘jefe’ Alfred Neubauer y lo forzó a retirar las máquinas restantes....
........ya nunca más volvieron a competir.........
Adeu y gassssss
PD: Recomiendo la lectura y disfrute de las fotos de los blogs hermanos de Demo y Wasky......
3 comentarios:
Muy buen artículo Joan, el coche es precioso y el artículo que le hizo "el crac" es de órdago a la grande. Me ha encantado la evolución del W196 al 300 SLR en tu garaje
Sobre el accidente de Le Mans de 1955 yo aporté mi granito de arena cuando hablé del Jaguar D-Type vencedor de esa edición.
http://waskalas.blogspot.com/2009/02/jaguar-d-type-le-mans-1955-autoart.html
Un abrazo
Wenas!!! Gracias Wasky! y gracias tambien por el enlace, unque ya sabes que me lo había leido jaije iaejiaje pero me lo volveré a mirar, siempre es un placer leer sobre estos coches.
adeu y gassssssss
Me ha encantado Joanet, esas fotos de la fórmula a la 300... qué lujo, y qué tiempo; preparar cches, mecánicos.... gracias por tu tiempo.
Qué condenado eres Joan, algo tendremos que preparar con ese texto.
Un abrazo y gracias por las citas!!
Publicar un comentario