jueves, 22 de julio de 2010

Campeonato Nissan 350Z

En G.a.s.S disputé una prueba que se puede llamar como ‘low cost’. Es un campeonato monomarca, donde todos los participantes corren con un Nissan 350 Z de Power Slot. La peculiaridad de dicho campeonato, es que los coches son de la organización (por eso lo de low cost) y los pilotos solo pueden cogerlos una hora antes del inicio de la carrera para ajustar la basculación y cambiar neumáticos, que también los entrega la organización, son unos Sloting Plus. Una vez finalizada la prueba se vuelven a guardar en sus cajas y hasta la siguiente carrera.
El Adrian Newey de G.a.s.S, Miquel Criado, ha sido el encargado de montar los kits del Nissan con todo el material de serie de éste, excepto las llantas traseras, que han sido sustituidas las de plástico originales por unas de aluminio con el fin de garantizar un poquito más de estabilidad en la zaga del coche. Recordar también, que nadie que no sea el propio Miquel puede tocar la mecánica del coche entre carreras, y éste solo los ‘tocará’ con el fin de garantizar su funcionamiento con una puesta a punto básica, como puede ser engrasar la corona y poner aceite en las zonas donde corresponda.


Para poder diferenciar los coches durante la carrera, el ‘Yerno’ (Lopes) se ha encargado de pintar una franja sobre la carrocería de diferentes colores, como es lógico.
Así que el campeonato consta de un coche donado por la organización y preparados todos por mismo ‘mecánico’...powered by Michael..., pero, además, el día de la carrera el coche con el que cada pareja de pilotos corre es al azar. ¿Esto que quiere decir?. Que una mano ‘inocente’ es la encargada de repartir los coches con los que se correrá, teniendo en cuenta que no se puede repetir coche de una carrera a otra. En la práctica, esta circunstancia iguala mucho la competición ya que los rendimientos de los coches puede variar un poquito, pero como todos deben utilizar un día un coche y otro día otro, la ventaja-desventaja (un motor puede girar un poquito más que otro, por ejemplo) que te da un coche se reparte a lo largo del campeonato, que consta de 5 pruebas.

LA CARRERA
En esta ocasión no he podido contar con mi habitual compañero de pachangas, el Domi, así que corrí con J.Vilà, un buen piloto, pero desgraciadamente esta no era mi noche.
Llevaba como un mes sin pasarme por el club, ni tan siquiera a entrenar, así que al llegar me encuentro con la primera ‘sorpresa’. Como es costumbre cada 6 meses, se cambia el sentido de la pista, así que me encuentro con una pista en la que hacía mucho que no rodaba, aunque sea la de G.a.s.S, el cambio de sentido hace variar por completo los puntos de frenada y había que tomarle el puntillo de nuevo a la pista. A esto, hay que añadirle la peculiaridad de la competición, unos coches que yo no conocía, no había rodado antes con ellos, y que, además, tienen una serie de ‘vicios’ a los que debes acostumbrarte para ir rápido, como por ejemplo que debes entrar ‘suave’ en las curvas, ya que tiende a salirse de morro con más facilidad que otros modelos del mercado.
Una vez repartidos los vehículos para la carrera, Vilà me pide que corra por los cantos, yo no le pongo pegas ya que él está corriendo todo el campeonato. Así que inicia él la carrera por la siempre rápida pista 6, se nota que ha rodado más que yo con estos coches y rápidamente se coloca en las posiciones de cabeza. Como no podía ser de otra manera, el tándem Barbas-Valeri están en cabeza y así hasta el final. Pero los dos escalones restantes del podio van a costar mucho conseguirlos. A mí me toca correr por la 8, mi primera toma de contacto con el coche es un canto, y la verdad que fue un suplicio. Cuando le he cogido el ‘tranquillo’ al coche se acaba la manga, 20 largos minutos. A pesar de todo el crono marca un gran número de vueltas y la cosa no va nada mal. Vilà por la 7 sigue demostrando su valía y el pique con el compañero Ortí por la 2 posición sería interesantísimo, corriendo en paralelo durante muchas vueltas y la diferencia en pista es la misma que en el cómputo general de la carrera.


Después de la tercera manga se realiza el pertinente parón para cenar, como siempre digo, uno de los momentos más importantes de las carreras, con todos los compañeros sentados en la mesa para una coposa cena y debatir entre mordisco y mordisco. Pero parece ser que éste parón a mí me afectó más de lo normal.
A las dificultades anteriormente numeradas, se une mi torpeza innata, no me percato y conecto las bananas del mando al revés, así que en el instante de iniciarse la 4 manga y el stop&go deja pasar la corriente, se me funde un fusible. Rápidamente Vilà me deja el suyo, afortunadamente es igual que el mío y lo regulo rápido, pero he perdido un gran número de vueltas con el incidente que no podré recuperar, a pesar de rodar muy rápido por la pista 4.
La crítica conducción de estos coches hace desesperar mucho a los pilotos, y el resultado se ve reflejado en los tiempos, el equipo de Lopes-Masip estaba continuamente saliéndose de la pista, que a pesar de mis desastrosas mangas, nos permiten estar en una zona intermedia. Aprovecho para recordar que hoy corríamos 6 parejas.


Sin duda alguna nadie se libra de las salidas, ni el preparador Miquel y su compañero, algo inusual en ellos. Parecía que solo se libraban del infortunio el dúo de cabeza Barbas-Valeri y el formado por el ‘pescailla’ & cia. Pero los problemas mecánicos empiezan a hacer acto de presencia, una salida de pista con caída al suelo incluida, hace que el coche de Llusà se vea afectado en el eje trasero, se ha desplazado y la rueda roza con la carrocería. Mientras se para a arreglarlo, debe correr con el muleto, un coche que la organización tiene a disposición de todo el mundo para poder entrenar, pero la verdad sea dicha, es un coche más lento que el de los demás, así que el tiempo que tarden en arreglar los desperfectos, corren ‘penalizados’. Sin duda alguna es una solución muy buena la del campeonato la de poder utilizar el muleto, así la gente puede seguir ‘enganchada’ a la carrera. Poco después el pescailla sufre un incidente, su coche también sale volando y cae al suelo, pero en esta ocasión pierde el tornillo delantero, sin duda alguna el rendimiento del coche baja muchos enteros y en las curvas empieza a marcarse rectos continuamente. Así que debe coger el muleto y reparar el suyo, una reparación no muy complicada claro está, pero lo suficiente para que en esa manga ya no fuera tan bien como en las otras, en las cuales estaba rodando muy fino, prácticamente sin salidas. Incluso los líderes de la carrera se vieron afectados por problemas mecánicos, pero en su caso, más graves, ya que se comieron la corona, cambio de coche y nuevamente el muleto en pista, mientras tanto el Barbas cambiaba la corona. En tiempos no sé cuanto les afectó el problema, pero la verdad que cualquier coche que cojan estos dos monstruos del slot corren como alma que lleva el diablo......... incluso el muleto!.


Vilà mantiene el tipo, pero empieza a cometer salidas de pista inesperadas, el coche empieza a marcarse rectos, se levanta de morro al acelerar y nuestro ritmo cae, en espacial el mío, para que engañarnos. Siempre en la misma curva y siempre de la misma manera, la verdad es que lo mío no tiene remedio.



A falta de ver las vueltas, he de reconocer que no fue mi noche, pero lo que sí puedo asegurar es que me lo pasé bien, me reí mucho y jugué a cochecitos que es lo que me gusta. Sin duda alguna, esta disciplina low cost que es la Nissan 350 Z es muy entretenida y debería haber más de este tipo. No necesariamente con este coche, pero sí con esta filosofía, coches muy igualados que dan como resultado carreras muy divertidas, piques en paralelo por la posición en pista y diversión asegurada, que para eso vamos, a jugar!

Adeu y gassssss

2 comentarios:

Victory, not Vengeance dijo...

Cuñao! Y como absoluto desconocedor de la materia pregunto: ¿Ganan los que suelen ganar en las competiciones habituales, en las que cada uno se lleva su cochecito?

Victory, not Vengeance dijo...

Por cierto, tengo una cosa para ti... a ver cuándo nos vemos!